lunes, 9 de febrero de 2009

LA VOZ


LA VOZ



LA HERIDA QUEDA SOLA, NO VIENE CONMIGO




Cómo el murmullo de un rezo inclinado sobre la esfinge de uno,, no sé quien pide. Busca la voz, el asfalto hierve lejos dónde termina el campanario de un desierto. Durante otoños de un día ha olvidado cuáles precedieron el destierro de voces que se hicieron una. Porque siempre hay una voz que pide más fuerte
Dejar si puedes, la herida sangra y sola dice la voz
La mano empuña hierro derretido en el frío y habrá entrado en los ojos ya no secando, dejar si puedes, antes de la cobarde defensa del olvido. No podrá olvidar. Resiste a perder lo que ha sido.
Ha buscado en todos los no has visto, en los pasos que cree, en las manos que adivina, en los sigilos del bolsillo en dónde guardaba atónitas mañanas de lunas, por que la lunas no se han ido.
Dejar si puedes, le decía al dolor. Si ya es un invitado, tácito y gentil, como una sombra que advertía no escapar junto a la noche.
No podrá dejar, tal vez mañana, cuándo se hubieran ausentado los sentidos.
Mercedes Sáenz

viernes, 6 de febrero de 2009

A MARES


A MARES




A Nora Heine, aunque el mundo éste no se nos haya acabado al mismo timpo.

miles de mares
azules o verdes
un poco en tus ojos.
El resto luz viva
en cualquier cosa
que tocaras o hicieras.
El mínimo gesto
la voz en guitarra,
la mano de ayuda
el tono cuidado
la entrega.
El primer abrazo consuelo
a un hijo que le llegabas a la cintura.
La sonrisa abierta, abierta
porque siempre había algo
bueno, bueno
en la vida.
Quién no te haya sabido
igual sabe
porque exsitis en cualquiera
que tenga tus ojos.
A mares.
lo enseñaste
también
después de la vida.

Mercedes Sáenz