jueves, 18 de noviembre de 2021

POEMA DE MIRARTE · 

 El vino busca en la boca inclinada un beso de vidrio color ébano. 
no recuerda el verso 
confunde las lunas 
os pies no alcanzan la rueca. 
la ira no es ya tormenta brutal queriendo verse cómo el hombre que –yo- sigo viendo.
un estilete cortés marcó los hilos en el tapiz de su cara 
dibujó su tierra en dónde palidecen sus dioses oscuros en una blancura desmedida. 
Será su último día. 
No existirá mañana. 
Y yo lo miro… tiemblo, también en mi copa -creo que quiso mirar allí sus propios latidos-
 me pidió que no lo toque hasta que la muerte lo toque primero.

Mercedes Sáenz