domingo, 14 de febrero de 2010

HACE UNA VEZ



HACE UNA VEZ


- Harto, me tiene harto esta silla de mierda y todos estos escalones, vociferó ese señor que a diario la llevaba hasta el colegio. La silla con el mismo envión del mal humor, llegaba hasta la primera maestra que la tomaba y el señor de corazón cuervo pala de piedra se sacudía el uniforme y se subía al Mercedes que había quedado con la puerta abierta.
La niña de una boca, parecía por mandato, no poder soltar un enjambre de abejas que guardaba en lo más profundo que su garganta.
Tan temprano, cuándo los tiempos niños son remolinos, los zapatos míos algo gastados se clavaban en el suelo menos fuertes que mis ojos. Nunca detuvo el óxido de sus pupilas sobre los míos. Solté al aire mi valija pesada en ese entonces pero la fuerza no llegó ni siquiera a los escalones. Tampoco la vio, creo, ella sí, giró apenas la cabeza.
Hablar con las respuestas más amables es llevarse a esa edad sólo una caricia en la cabeza. Nada se produce si al día siguiente de todos los días volvía a repetirse.

Encontré un papel de bordes tajeados, fácil, sin tinta, empecé a escribir una carta con un lápiz que no medía más que mi dedo índice de ocho años. Yo creía que escribía con fuerza de leones, ahogando el vértigo que acecha en el borde del papel por dónde pueden caerse las letras. Pedí fuera del tiempo de los Jesuses vivir en una dulcísima pobreza, pero el adulto suele responder muy seguido con una caricia en la cabeza…mientras conversa con otros adultos de cualquier tema.

No sé dónde estaban los años cuando me encontré con el corazón cuervo pala de piedra, pidiendo cualquier cosa en una esquina de Corrientes y Florida, sentado en una silla de ruedas. Parecía un hombre que mis pupilas veían cómo a un chiquito viejo de lata oxidada.
Me detuve un segundo con un álgebra de emociones encontradas. Creo que él no podía levantar la cabeza, despacio, haciendo un imperceptible gesto sobre mi pelo, me fui taconeando sin hablar con nadie. Pero yo toda me quedé en la esquina dónde se junta la basura, al aire, sin fuerza por no poder llegar ni siquiera a lo que creí que eran mis propios escalones.

Mercedes Sáenz

3 comentarios:

"MISS VERY" dijo...

Mercedes!!!!
Te felicito por el blog amiga!!! ermoso en verdad...
Excelente actualización.
Me encanto visitarte.


Besos

Pura Buena Malicia dijo...

Hola, pase por tu blog y me he quedado mucho tiempo, la ultima entrada es hermosa, y creo qeu es muy cierto, los adultos responden con una caricia en la cabeza, alguans veces por desinteres, otras por que no saben que decir.

Un gran saludo pare por aqui mas seguido

Colo dijo...

Hola tanto tiempo! He regresado a mis visitas periódicas por fin!
Me encantó volver a pasar y ahora lo haré más seguido!

Hermoso tu nuevo decorado! Un besote