miércoles, 16 de marzo de 2011

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Estoy varias horas todos los días en este lugar.
Puedo escribir un poco pero mucho más es lo que puedo leer. A los que leo no necesito corregirlos ni darle palos como a mis escritos tibios. Los disfruto, los aprendo, los comparto.
Gracias quiero decirles por todos los mails afectuosos que me siguen llegando.
Hasta muy pronto y un abrazo más que redondo y gigante
Mercedes

miércoles, 2 de marzo de 2011

A PEDIDO DE AMELIA ARELLANO

Tomado del blog de Dario Falconi
www.dariofalconi.blogspot.com
a quién agradezco nuevamente.

Árbol equivocado
Mercedes Sáenz



me oculto
de un hambre harapiento de palabras,
la derrota que no entiendo
de no sé qué guerras.

invisible, invisible
el árbol de Diana me hace sombra
(tanta transparencia).

me alejo de mi propio sudario
(un hueco oscuro de pasillos)

no hay sombras,
no hay palabras.

era un almendro, creo,
uno que me miraba carey y en un solo tal vez
algo sombrío.

(en el árbol no hay hipocresía).



*- * - * - * - * - *





Sin sed
Mercedes Sáenz

un soplido leve
dibuja el oído
en el segundo largo de la noche.
parece
sólo parece
que algo se oyera
y no hay nombre
que rompa
como en el cine
el falso vidrio
de azúcar.

estabas casi siempre ahí
invisible
sin adjetivos
desnudo
y sin piel
asomado a mí
con una pipa
jugando
sobre tu boca.

ahora
no hay sed
ni voracidad

en tu nombre.

te volviste tiempo.



*- * - * - * - * - *

domingo, 20 de febrero de 2011

¡MUCHAS GRACIAS!

Por los poemas publicados en ese prestigioso diario

www.eldiariocba.com.ar › Portada › El Diario Cultura

Un fuerte abrazo

Mercedes Sáenz

miércoles, 16 de febrero de 2011

ALGÚN ÚLTIMO POEMA


ALGÚN ÚLTIMO POEMA






He buscado una luna
sobre la negra noche
que parezca pálido cristal
cómo tu última mirada.
miré otra vez tus letras
algo cansadas
no queriendo
deslizarse hacia la izquierda.
con palabras ásperas
que se rompen en mi mano
con solo tocarlas
y después las suelto,
Papel picado ya,
como mariposas muertas.
He buscado la noche
al filo de esa luz que tiembla
color ceniza, casi amarillo muerto.
El árbol más grande
tenía tantos brazos
y mi frente ahí
un pichón sin alas.

He buscado esta noche
como una gorra negra
para taparme los ojos
y decirte adiós
amigo mío,
y no encuentro palabras
¿que clase de amigo has sido
que te has convertido en
nada?

Mercedes Sáenz

domingo, 30 de enero de 2011

LA PALABRA



LA PALABRA

Sólo una línea, la que sin querer derramó el cántaro de agua.
La pisada de aquél del que nada sé.
En la tierra la marca de una túnica que se arrastra al caminar
El instante en que el hombre afinaba los ojos para retener los rojos de la tarde.
El por qué de los llantos callados al volver de la guerra.
La música del viento y de los cuerpos estirando las sombras alrededor del fuego y la alegría no tenía abecedario.
La mano sin decir.
El pan que se lleva el hambre y de la manta que además de sombra tapa el frío. ´
Todo alrededor es instante y palabra y en esa pequeñez escribo.
Útil mortalidad la mía que me hace débil por no poder atrapar el instante.
Todo lo dicho por mí es tan pobre porque no me atrevo al olvido de escribir y entonces todo lo convierto en palabras.


Mercedes Sáenz

miércoles, 19 de enero de 2011

ÁRBOL EQUIVOCADO


ÁRBOL EQUIVOCADO



me oculto
de un hambre harapiento de palabras,
la derrota que no entiendo,
de no sé qué guerras.

Invisible, invisible
el árbol de Diana me hace sombra
(tanta transparencia).

me alejo de mi propio sudario
(un hueco oscuro de pasillos)


No hay sombras,
no hay palabras.

Era un almendro, creo,
uno que me miraba carey y en un solo tal vez,
algo sombrío.

(en el árbol no hay hipocresía)

Mercedes Sáenz

viernes, 14 de enero de 2011

AYER SE MURIÓ LEONOR


Muchos poemas podrían llevar tu nombre, pero acaban de desaparecer de mi memoria.
Eras la tierra oscura y fresca después de que se va la luz y brillabas sola en el medio de la infancia nuestra.
Era tu voz para nosotros un modo suave y único.
Eras la imágen misteriosa de una princesa mora de cuentos lejanos, muchas veces la única llave de mis hermanos menores.
Era tu modo siempre inteligente y llano.
Era en el tumulto de nuestras vidas tu amor callado y generoso ante el mundo nuestro.
Pucha que duele pensarte aunque se alivie tu dolor de más de un día.
Pucha que duele y no sé que decir.
Sólo nombrarte.

Merci