domingo, 31 de mayo de 2009

¿Y SI NO VUELVO A VERLO?


¿Y SI NO VUELVO A VERLO?



Esto fue así, así cómo lo digo.
Era la primera vez que lo veía por aquí. Venía caminando en un día de bastante frío, con un buzo oscuro y nada más que se viera. Un poco los ojos dieron vueltas para arriba, no sé si miraba el cielo o la parte alta de la pizzería en dónde yo estaba trabajando.
El sol a mí me daba tibio lindo sobre el vidrio.
Se paró entre un poste de luz de la esquina y un árbol pegadito que en esta época se pone totalmente colorado. Exactamente al lado de un basurero de hierro con tapa del tamaño de un baúl grande. Más grande que él.
Lo miré un momento y le sonreí. No contestó a mi saludo. Miles de razones deben de haber habido de las cuales algunas se me cruzaron pero seguí escribiendo sobre una máquina que es lo que en ese momento estaba haciendo.
Cada tanto intercamabiábamos miradas muy cortas, no sé cómo era la mía, pero las de sus ocho años, le calculo, eran cómo si no me viera.
No oí el ruido pero mis manos se levantaron de las teclas en el momento en que la tapa del basurero se cerraba sin nadie del lado de afuera. Nadie en la esquina.
Me levanté con la velocidad que pude pues no alcanza la claridad para pensar todo junto, son sólo unos metros nomás, sólo unos metros, sólo unos metros…
La abrí intentando ignorar su peso y desde adentro cómo un gatito asustado saltó con un embrollo sostenido en las manos y un pedazo de bolsa negra de residuos rota que se voló de uno de sus hombros.
No quise gritar para que no pensara que era un reto. Dije un tonto “vení por favor” pero corrió cruzando en diagonal el asfalto por dónde circulan toda clase de motores en ambos sentidos.
Lo vi doblarse en la esquina, creo que para que no se le cayeran las cosas que tenía dentro de su buzo enroscado cómo una bolsa. Se le veía la piel de la panza.
¿Y a dónde me llevo con mi llanto si no vuelvo a verlo? Eso sería lo de menos…
La tierra quieta por arriba del mundo, dónde todo eso parece no pasar.

Mercedes Sáenz

5 comentarios:

Lunska Nicori:BegoñaGTreviño dijo...

Conmovedor relato. Conmovedora siempre tu forma de expresarte, porque te imagino hablado como escribes, es una sensación pura como la de tocar el agua o la fruta.
"La tierra quieta por arriba del mundo, dónde todo eso parece no pasar".
Pero sabemos, que sólo parece...
Un abrazo con mucho cariño.

Anónimo dijo...

Muy bueno Mercedes! Esa cirugía que hacés cuándo debés decir algo que nos recorra desde el cerebro a los pies. Me parece tan símbolico verte cambiar la forma e escribir de acuerdo a lo que querés decir... Sólo que esta vez, de ser cierto ese cuento, que creo que lo es, si no es lo que me hiciste pensar, estoy para hacer gusrdia en esa esquina y esperar a ese chico. No sé porque pienso que te voy a encontrar. Un abrazo, Federico J.

Juan Carrizo dijo...

Que texto precioso, la vida tiene estas miserias que no se pueden arrojar al recipiente de basuras,(se arrojan ellas mismas)las circunstancias las adversidades,la falta de cariño natural de parte de padres incapacitados para esa responsabilidad ¿a donde irias con tu llanto? tu lloras sus lágrimas en este relato,él llorará las suyas

DESCOLONIZÁTE dijo...

gracias Merci,genial no quiero romper el hechizo escribiendo razones besos laura.

Maria Rosa dijo...

Como los chicos de mis historias, de mis cuentos reales, como los tuyos.
Esos retazos de vida, que abandonados circulan a nuestro lado,
revolviendo la basura para encontrar como saciar su hambre, ¿y quien sacia su "hambre" de Amor?
"L tierra quieta por arriba del del mundo"...
Bellisimo Mercedes
besos
María Rosa