jueves, 11 de diciembre de 2008

RINCON DE PIEDRA



RINCÓN DE PIEDRA








Viene el viento tocando el hombro, empujando apenas con el aliento que no alcanza ni a moverle el pelo. Susurra palabras de algún coreuta desprevenido en un teatro primero mientras oye instrumentos que no conoce.
El aire baja por la cabeza cómo un manto sutil que nadie sostiene pero acompaña el paso de apuro hasta llegar.
Bordea la costa del río dónde Buenos Aires se pierda en pleno día.
Baja hasta las piedras gigantes que alguien ordenó con esmero, y se sienta a mirar dibujos parecidos a los laberintos de un mandala. Tapitas de gaseosa y de cerveza levantados de la desidia y del suelo en terminables caminos de colores aferrados a la muda y milenaria resistencia de la piedra.
Septiembre empuja hacia el río, involuntario, inocente. Y el día, todavía pleno día, estalla placenteramente hasta los ojos.
Un fuego prendido tal vez desde la noche, para asegurarse un lugar.
La mano tantea el recorrido del dibujo haciendo memoria y no es el mismo de ayer, ni la curva hacia la izquierda ni los últimos destiñes.
Parecen sin dueño mutar los dibujos por las noches.
Alguien le pide un cigarrillo y no sabe cómo hacer para decirle al cuidador del fuego y del rincón de piedra que quiere quedarse. Y mira el paquete y alcanzan.
Es que septiembre empuja hacia el río y alcanza sólo con quedarse, sentada, feliz sobre alguna parte del rincón de piedra.

Mercedes Sáenz

4 comentarios:

Nerina Thomas dijo...

Muy bella tu narración. Descrptiva tu palabra. Que no es poco.
Permites, con tu forma disfrutemos del mismo.
Mi cariño y reconocimiento merecido.
Un mimo al alma para ti!!

josé lopez romero dijo...

Merci, a duras penas en mi agujero escibiendo, y veo un nuevo texto tuyo que me maravilla, no es novedad pero creo intuir que ese entorno del sitio donde pasas tus días tiene tanto que ver (digo algo obvio) para tus viajes interiores. Mi estima incondicional para vos (esa foto me mata, te gustan como a mi esas particulares postales construidas para el corazón..no es así?)

Anónimo dijo...

Suelen sucederse los poemas de ese estilo. Suelo que salgo a buscar tus escritos y siempre te encuentro de una forma nueva. Suele Mercedes Sáenz que no conozco otra cómo vos, en los escritos digo, ojalá tuviera la oportunidad de conocerte en persona. Trasciendes cosas tuyas que salen de los límites de la escritura. Actitudes humanas que algún día con tu permiso o sin él, voy a destacar. No especialemte porque seas la única que lo hace. Hay millones de personas que ayudan. Pero creo que he descubieto un mundo secreto del que hablás poco. O hablasa en los escritos. Pero no sólo quiero resaltar tu calidad literaria, al menos para mi que de letras entindo, quiero resaltar tu calidad humana.Un saludo cordial, especial para las fiestas. Marianela Brites

Alicia Abatilli dijo...

Tienes magia al escribir, Mercedes.
No resulta fácil encontrar ello.
Te dejo un abrazo.
Alicia