domingo, 3 de febrero de 2008

LAS ESES DE LOS DOMINGOS




Imaginé la foto que hubieran querido mis ojos. Se dispersaron en armoniosas líneas cómo si las hubiera puesto con las manos de una experta pintora. Se movían al compás de una música que en alguna parte de mi memoria bailaban. En el medio de las letras que sumisas como rebaños sureños respondían a mis pensamientos y no había perro pastor que las ordenara. Sólo quería nombrarte porque es domingo a la tarde. Y tarde me di cuenta que ya no sos mi amigo, que no estas en ninguna parte de las usuales en las que solía encontrarte. Sólo en las eses del silencio. Esas que van haciendo callar todo cómo el silbido de un tren que se aleja, simplemente silenciando sonidos sutiles, suaves, solos. Cómo la sinfonía sola de los domingos.
Mercedes Sáenz

1 comentario:

Avesdelcielo dijo...

el domingo, la soledad, el silencio, el recuerdo . . . myy bello.
MARITA RAGOZZA