martes, 26 de agosto de 2008

CAMPANA DE LARGADA

CAMPANA DE LARGADA


(Fragmento)


CAMPANA DE LARGADA






Había quedado boca abajo.
Empezó a despertarse y los ojos eran dos líneas de tierra que no se rompía. Todo lo que estaba adentro de la piel, despedazado mil veces y ya no importaba porque alguna vez dejó de partirse. Los dientes habían sobrevivido, tal vez por herencia. Empezó a moverse lentamente y cada dolor se recordaba solo, cada dolor dividido en terrenos con memoria propia.
Pasa la brisa a esa hora de la mañana, como la caricia que se le hace en la cabeza a un chico cuándo se le ha muerto su perro.
Diez años después de estar en un campo de detención la soltaron en el suelo, a campo libre y abierto, sin zapatos, con una pollera de extraña largura. Alguna vez en el futuro se preguntaría por qué no pantalones. Tal vez por la cesárea que le hicieron para sacarle trillizas mujeres con un tajo antiguo y vertical.
Juntaba fuerzas para moverse mientras las últimas palabras de quién sementó su vientre a la fuerza estaban sepultadas en sus oídos como dos moscas podridas.
- ¿Cómo les querés poner? Es la única pregunta que voy a hacerte.
- ¿Puedo verlas? - Dijo en un llanto de humo oscuro del dolor que hacía hasta en las paredes.
- No. Están bien pero no las vas a ver nunca.
- Sólo un ratito, son tres mujeres… Tengo frío… - Quiso mover las manos pero estaba esposada a la camilla.
- Quiero saber los nombres antes de irme- dijo masculinamente feo.
La perversión permanente también entrena, y más que recordar el aire fresco, sus fosas nasales buscaban olor a fruta fresca, cuando podían abrirse.
- Laura, Emilia y Yiny.
- ¿Yiny? ¿Cómo lo vas a escribir? - Estaba preguntando… y con una esperanza oscura cómo un murciélago en el pelo, pensó que por un segundo algo cambiaría.
- Que poco original, ya entendí, por las trillizas de oro, pero si querés… te lo voy a escribir con G y las dos veces con i latina.
No pudo ver más nada. La puerta se cerró y una endovenosa tibia empezó a recorrer su cuerpo.
Después de diez años parecía estar despertando de aquella vez. Sintió el olor a tomates frescos y, no sabe cómo, empezó a arrastrase hacia ellos. Una sola voz de campana de largada para internarse, primero, entre matorrales de verdes ásperos no importa y de abrojos de abejas de miel y de olor a tomates frescos, para después darse cuenta de que recién empezaba todo. Desesperadamente.

Mercedes Sáenz

5 comentarios:

Sonia Cautiva dijo...

Terrible, cruel, veraz, escrito con la justa justeza de la verdad mentida.
Dolor y bronca al leerlo, porque es lo que trasunta aunque lo hayas querido naturalizar, con esa poesía tan propia tuyua.
Hermoso relato, como para gurdarlo, como todos los tuyos.
Un abrazo, amiga
Sonia

Carmen Bonannata Vinciguerra dijo...

el agua se acerca a la orilla y deja flashes de vida, espacios de tiempo, retratos de historia, que la emoción rescata,y las hace propia en la vos de la poeta. Transitar la narrativa de Mercedes es saber de antemano que no abrá debilidades ni medias tintas, que en esta sinrazón de la locura se esconde una vez más el alma. Felicitaciones nuevamente y todos los éxitos. carmen

Sonia Cautiva dijo...

Volví a leer "Campana de largada", este tema de mi obsesión y preocupación permanente, por el cual nunca bajaré los brazos... y olvidé señalarte(¡ojo!), que con vos me pasa lo mismo que con Iris Scacheri, ¿dónde andará bailando ahora?, si hubiera sido hombre y no lo soy y ni siquiera por las tapas nada...estaría a la salida de tus presentaciones, como lo estuve siempre en la puerta del San Martín, en posición de rendición de culto.
¡Qué foto magnífica la de tu portal! ¡Totalmente artística!. Bueno, toda vos sos arte y pienso que Willi y los chicos estarán orgullosos de una mamá como vos.
Te aprecio mucho, más allá de las tonterías, porque siempre digo que sos una escritora desde el vientre materno, con la ayudita del genio de tu papi.
Un abrazo, amiga
Sonia

Anónimo dijo...

es dificil decir algo ante está gran escritura, me encanta que vaya a continuar "es una campana de largada"
La crueldad, la ironía también, el dialogo de sordos para sobrevivir, lo terrible y avanzar aún después de lo terrible, moverse hasta ese aroma de tomates frescos. felicitaciones. lauris.

Recomenzar dijo...

Contame de vos ,dificil saberlo a través de tus escritos
besos de martes