lunes, 11 de agosto de 2008

HUESPED QUE NO AVISA, EN UN CATALÁN GENEROSO DE PÉRE BESSO



PÉRE BESSO



No quisiera presentar en este pequeño lugar a Pére Besso cómo el famoso filólogo nacido en Valencia, ni sus importantísimas cátedras, ni sus frondrosísima producción literaria ni el tremendo valor de su poesía.
Datos todos ellos que Artesanias Argentinas tan claramente dejó expuestos. He leído tantos buenos poemas de su autoría, tantas traducciones al catalán de autores que merecen
más que mi respeto y mi cariño que ésta mañana me ha sorprendido. No creía posible que su tiempo y su generosidad pudieran hacerlo sobrevolar lo que escribo, eso que les llamo poemas acostados porque todavía mis escritos no se levantan muchos centímetros del suelo.
Pues a este poema que hoy les presentó, en dónde su traducción al catalán fue una absoluta sorpresa para mí, hace que al menos mi corazón y mi alma junto con el poema se sientan volando muy alto de placer y de agradecimiento. Cuándo le escribí para decirle gracias contestó: ¿el poema no era tuyo y se llamaba “huésped que no avisa”? Muchas gracias, Pére. Suena bellísimo.
HOSTE QUE NO AVISA
Llostrejaràs de nou,
sense cap paraula.
transparent
com una llàmina d’aire que pot peglar-se.
com un absurd inútil sense forma.
Impietosa cap a mi
em mires
amb un versicle en un ull
que la meua fe desconeix.
i et mire, tristesa,
com un cartró mullat,
una muntanya invisible
que no modifica
cap escena.
És un prec tal volta
que giravoltes la cadira,
ja sóc testimoni de mi
inventant nom a les fissures.
Ell m’ha perdut
però en cada trencadura
ell resta,
on els ossos cremen
perquè ha mossegat el dolor
tot allò moll
sense detindre’s, sense distingir.
Si no te’n vas, almenys no em mires,
aqueixa cadira és meua.
HUÉSPED QUE NO AVISA
Amanecerás de nuevo,sin ninguna palabra.transparente cómo una lámina de aire que puede doblarse.cómo un absurdo inútil sin forma.Impiadosa hacia mí me miras con un versículo en un ojo que mi fe desconoce y te miro, tristeza,cómo un mojado cartón,una montaña invisibleque no modifica ninguna escena.Es un ruego tal vezque des vuelta la silla,ya soy testigo de mí inventando nombre a las fisuras. Él me ha perdido pero en cada quebradura él sigue ahí,dónde los huesos queman porque ha mordido el dolor todo lo blando sin detenerse, sin distinguir.Si no te vas, no me mires al menos,la silla esa es mía.
Mercedes Sáenz

No hay comentarios: