lunes, 12 de mayo de 2008

HACÉ DE CUENTA


HACE DE CUENTA

A Coquito, cuento de cuándo eras chico.

A medianoche del domingo, silencio absoluto, sólo respiración fuerte. Entró en puntas de pié y se tropezó con ellos. Prendieron la luz con un susto grande de aquéllos. El pasamontañas que se había puesto quedó torcido, le tapaba uno de los ojos y cuándo dijo “nadie se mueva” parecía que el que hablaba era el cachete.
La pistola que llevaba rodó a los pies de la cama, sin caer. Y en un intento por recuperarla la levantó con la mano izquierda y él no era zurdo.
- No se muevan- atinó a decir. Los que estaban acostados no pensaban hacerlo. Y agregó: -Esto es un asalto. Y pegó un salto medio de circo atropellado.
Desde la cama un acostado le dijo:
-¿No es un poco tarde para un asalto? Si trabajó todo el día, ya no es hora y si recién empieza es un desconsiderado.
- Vengo a sacar algo por la fuerza y usted me dice que pida permiso ¿Cómo es eso? Y se sentó, pistola en la mano zurdo que no era sobre la cama.
- Bueno, dijo el acostado con tono de reflexión como si del cuello asomara la parte blanca que tienen los sacerdotes alrededor del cuello. – Es todo un tema social, no se puede asaltar a cualquiera que no esté preparado un domingo. Es el día del descanso y del suicidio. Entre esas dos brechas imagine cuántos matices oscilatorios habrá en la gente que usted piensa amedrentar.
-Ni lo había pensado- aclaró el de escafandra de lana y acomodó las piernas como para tomar el té en una terraza de verano.- ¿Cree que sería mejor un lunes? La gente se gastó toda la plata el fin de semana y encima se van a trabajar. Nunca encuentro nada, me tropiezo con todo. Una cosa es robar y otra dejar todo desordenado ¿sabe lo que es llegar después del tráfico y encontrarse que alguien cómo yo se llevó todo y encima todo dado vuelta? No sé. Es complicado elegir el día. Los viernes me da lástima porque los chicos se quedan sin nada, ¿vio que piden plata todo el fin de semana? Lo sábados salen ellos o hacen un simulacro de gastos ante los otros amigos. Pero también es su única salida. No sé. Debería de haber un día en que dejen algo en el piso de la puerta de entrada uno lo agarra y chau. Nos evitaríamos todos estos tropiezos. Claro que el Senado eso no lo va a aprobar. Bueno, no sé, depende quién lo presente, de eso ellos saben.
-¿Y qué pasa con los otros días de la semana? preguntó la acostada.
- Tengo que ayudar a los chicos con los deberes. Mi mujer trabaja todo el día.
- Y sí- agregó la acostada- alguien tiene que hacerlo. ¿Y más tarde, cuándo los chicos se van a dormir?
- En verano puede ser, ¿pero vio el frío que hace ahora? Es muy difícil andar con equipos de abrigo pesado por los techos. Si me enfermo no puedo trabajar.
- Estamos cansados- dijo la acostada refregándose los ojos-¿por qué no haces de cuenta que ya te llevaste todo y te vas? Mañana nos vamos de viaje y lo único que tenemos es para el auto que nos lleva al aeropuerto. El resto está en cheques de viajero y los tiene la agencia que contratamos. Salí de nuevo por la ventana sino tengo que bajar a abrirte y hace mucho frío. Se dio media vuelta, en posición de sueño anticipando el sol del Caribe y apagó la luz.
La pistola se replegó sumisa de las faldas y fue a parar a una mochila negra. Daba lo mismo el lugar porque no tenía balas.
Antes de salir por la ventana tomó una aspirina de la mesa de luz que la tragó sin agua.
Preguntó al salir: ¿Ni un café se iban a tomar en Ezeiza?
Pero nadie contestó.
Mercedes Sáenz



4 comentarios:

Pedro Pablo Pérez S dijo...

Mercedes, un placer encontrarme con éste cuento que destila humor, y buena narrativa.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Entretenido estuve aguantando hasta el final a ver cómo acaba la historia...y no defraudó. Es la paradoja del pobre "buen ladrón" y el "cachazas" que es asaltado. Un diálogo de dos que no tienen nada ninguno. Y muchas veces es así... el ladrón se tropieza con el que no "tiene blanca"... que es el que se atreve a ir por ciertos parajes sin miedo.

Muy bueno.

Unknown dijo...

Ya lo han dicho, cuento con paradoja y humor, abrazos, Julia del Prado, desde el Perú

Anónimo dijo...

Merchu: Lei todo lo nuevo. Me gustó mucho,mucho. Algunos todavía más. Creo que es hora de dar un salto...No se cúal de estos días pero, deberíamos conversarlo.En un lugar parecido las cosas se desdibujan, hay que animarse y dar un paso más grande, más audaz, más trabajoso-qué raro,la dire hablando de esfuerzo-.Nos debemos un encuentro con tiempo y sin familia.Juntémosnos. La lic