tratando de cuidar las palabras para que no sean estiletes que acusan sin razón
a los que nada tuvieron que ver. Para recordar a los verdaderos valientes, no a los que se embaderan en justicieras cruzadas si tener la menor idea de lo sucedido. Este texto simple
podría escribirlo en quechua, pero llegaría sólo a unos pocos y creo que todos de alguna manera
con el corazón debemos rendirles homenaje y en lo que nos compete a cada uno, reparar el genocidio.
Para todos mis indios, antes de un 12 de octubre
QUERIAN DECIROS VOSOTROS
Piel de la tierra
espaldas anchas
descalzo por siglos,
lanza y piedra
bravura de honor,
era quiénes habitaban
de norte a sur.
El oro
parte
de lo que daba la tierra
se descolgaba del sol
para hacerlo eterno
en las manos.
La plata, hembra metal
tan fuerte cómo sus mujeres.
El mundo era uno
en los campos sembrados
de dónde sacar sólo
lo que se necesitaba.
Universo imperfecto tal vez
bautizados por los ríos
por los siglos de los siglos,
de norte a sur.
Y llegaron ustedes de encaje y arcabuces
blancos y sedosos y
querían decir vosotros
antes de matar, matar, matar.
Mercedes Sáenz
Para todos mis indios, antes de un 12 de octubre
QUERIAN DECIROS VOSOTROS
Piel de la tierra
espaldas anchas
descalzo por siglos,
lanza y piedra
bravura de honor,
era quiénes habitaban
de norte a sur.
El oro
parte
de lo que daba la tierra
se descolgaba del sol
para hacerlo eterno
en las manos.
La plata, hembra metal
tan fuerte cómo sus mujeres.
El mundo era uno
en los campos sembrados
de dónde sacar sólo
lo que se necesitaba.
Universo imperfecto tal vez
bautizados por los ríos
por los siglos de los siglos,
de norte a sur.
Y llegaron ustedes de encaje y arcabuces
blancos y sedosos y
querían decir vosotros
antes de matar, matar, matar.
Mercedes Sáenz