sábado, 13 de septiembre de 2008

MIS DUENDES INOPORTUNOS







MIS DUENDES INOPORTUNOS



La mirada se resbala en vacilación y matices, no sabe dónde detenerse. Mira con lento amor los rincones y cree ver las sombras de dioses pequeños-¿duendes?-que habitaron ángulos que parecen convertidos ahora en lugares minúsculos.
Bailan con temor a distraerme. Sus voces de niños protestan por la desventura de no atender su universo. Son tan pequeños que a veces caben en mi mano.
Les propongo un después porque estoy feliz escribiendo ahora.
Se sienta uno en el borde de la hoja, acaricia su barba con un gesto muy serio, quiere hablar de las inclemencias inmorales del mundo.
- Quiero hacer un verso de amor, estoy feliz- le digo- Ya he leído mucho hoy sobre el dolor, lo he vivido y nunca se va del todo.
Se bajó de la hoja empujado por un pequeño soplido.
“es tu mano, la de anoche, la que aún recorre mi espalda, es tu voz la que no habla y se reclina en secreto en mis oídos y es tu beso el que fabricó mil zonas descubriendo las partes mas invulnerables de mi cuerpo. Es el agua que se acurruca en las cavernas de las bocas para desparramarse en el último pedazo de carne que ya no es otra cosa que el alma. Es que amarte me extiende por el mundo cómo una orilla que se detiene cuándo hay un paraíso, es que te amo, a lo largo del día y con la última copa de vino. Es que te amo y lo único que me pediste es que no te diera tregua. Es que te amo, feliz.”
- Esta bien, ¿pero después me lo prestas? La que está sobre tu hombro, la de trencitas rubias, me ha pedido un verso y no sé que ponerle.
Se sentaron los dos sobre mis manos, movían los pies colgando hacia el suelo tan lejano, como los niños impacientes esperando que arranque la calesita.
- Hablen tranquilos – les dije. Sólo voy a escucharlos. Mañana les escribiré lo que han dicho. No hay verso de amor más grande que hablarse a los ojos queriendo decirse todo.
Los miraba y mi verso de amor, esperando.

Mercedes Sáenz

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hacen sonido los duendes, hacen juego tus palabras, hacen ternura en pedazos, hacen un poema en un cuento. Con sana impaciencia esoeraré un poema o le pediré a los celtas que me conviertan en duendes. Todo un logro Mercedes en esos que parecen arrebatos surgidos de no sé que parte del alma. De un alma bella.Toda mi admiración. Martín

Anónimo dijo...

Tus duendes son oportunos a toda hora, entrar a tu casa magica es aprender sobre la vida, el goce y la entrega. Precioso es tu genio y la manera de decirlo, te felicito.
Marcela Vanmak
http://laclepsidrademarcela1.blogspot.com/

josé lopez romero dijo...

"Amarte me extiende por el mundo.." todo lo que encierra ese puñado de palabras, Mercedes, estoy feliz leyendote, ojala podría yo elevarme hasta ahí, mi afecto incondicional, amiga.

Sonia Cautiva dijo...

Mujer rodeada de duendes.
Esos duendes de tu cuento, es cierto, te rodean. Por algo tus relatos y poemas tienen ese halo imposible de alcanzar, si ellos no te circundaran.
Precioso.
Sonia

Virginia Edit Perrone. dijo...

Te he visitado en estos días en este Lar tuyo. Un Lar amplio, invitador de Almas, generoso de Palabras, de colores, de amores declarados.
Amores dichos.
Gratitudes.

Querida Mercedes, te debía esta visita, y estas palabras a vos para tu propia voz que se dice acá.
Tan generosa con el Quehacer del otro, como sos.
Alma de Poeta dar sin medir.

Gracias por tus gentilezas. Y aquí, mujer de la sonrisa amplia y de las palabras en cascada, sabé
que
me he sentido como
en casa.

Un beso para vos.
Virginia.