sábado, 22 de marzo de 2008

ESTA MAÑANA



ESTA MAÑANA





Era de crines claras. Le cabeceaba al sol esquivando el alambrado absurdo. Y la tierra no contestaba galope liviano, tan sólo una huella que quedaba después.
Potranca de campo abierto, la miró, adivinando los pocos meses de nacida.
- Cómo a cristiana le voy a poner, ésta no viene de vientre burro, es princesa ésta. Y la vió cruzar dorada cómo en un cielo de pasto alejándose con alas imaginadas por el sol en el lomo.
- Carolina, le voy a poner, como la que se casó con ese loco de las revistas.
- Si ese es, será Don
Al Don se le apretaron un poco los ojos, haciendo simetrías las arrugas y en la mirada no se sabía cuánto amor o cuánta expectativa encontraba si pasaba la tranquera.
- Hay que marcarla, Don.
Ni el Che Patrón era, pero era quién decidía los detalles históricos de campo, el que más rezaba cuándo había que embolsar imprevistos.
- No la quemes, le vas a sacar lo redondo del anca, ¿quién le hace la curva de nuevo, así tan lisita?
Cómo mostrando, los piques de la potrilla se frenaban de pronto, angulaba su cuello de supuesta estirpe, giraba cómo si un transparente de plomo le hubiera puesto freno a su libertad simulada, y era un más lindo nomás, verla tomar carrera para otro lado cómo si su tierra fuera plana e interminable, por más que se alejara quedaba en alguna línea de luz.
- Mañana le vengo temprano, los ojos no le he visto todavía. Con azúcar y de a poco, no creo que se deje amansar a palos. Cómo los indios antes, me le animo en la laguna. Puedo en el agua que no es honda y no va a dejarla correr.
Oscuro le llegó al potrero y esperar era algo que él sabía. En diagonal se cruzó una soga en el pecho y quiso esperar la luz apoyándose en la tranquera que se abrió sin que su mano la tocara.


Mercedes Sáenz

4 comentarios:

rasputinsky dijo...

Gracias por entrar en mi pecera y encantador sentido de la potrilla marcada... pero eso es así... la libertad del animal, por muy noble que sea, quedó sellada... y entró al servicio de un ser humano. ¿Valió la pena?

Libertad encadenada a un buen jinete... o cayó en la desgracia del mediocre?

frid

Anónimo dijo...

¡¡Me encantó ESta Mañana¡¡. Una vez más me quedo con ganas de seguir el relato. El lenguaje describe perfectamente la situación, el entorno,lo que puede olerse... No entiendo por qué se termina.Hay material, sensibilidad y talento para seguir escribiendo... Soy una lectora que espera ...el resto

Sonia Cautiva dijo...

Me sentí en medio del paisanaje, tratando de lidiar con la potrilla.
Vi los ojos del humano en busca del sometimiento con amor.
Fue como un corto hecho por Julio Chávez, que con poco y buen hablar, dice todo. En fin, una película y de las buenas.
Hermoso, Mercedes, como todo lo tuyo.

Avesdelcielo dijo...

Asombrada por la descripción, los velados sentimientos, el diálogo y el final tan sutil, hAcen de este relato un exponente de nuestro folklore del campo. Que no lo perdamos.
MARITA RAGOZZA