martes, 18 de marzo de 2008

TOPARSE


TOPARSE



Es de cada mañana que el sonido inconcluso quiere llegar antes que la luz definitivamente se instale. Tiene su propio agudo y ronda primero cómo las mosquitas que con saltitos vuelven y vuelven, después parece un reptil pegado a la tierra queriendo escapar de las llamas, desesperado cómo un caracol cuándo quiere alejarse
La idea de este mes que antes era uno lindo en el calendario, es ahora un espiral hacia arriba que tironea de uno hacia abajo. Y pelea por no quedarse en dolores, ya no de grilletes y capuchas, ni de autos que se van sin decir nada. Pelea para no ser el mes de las ausencias que no vuelven y de la injusticia que persiste. Que fácil parece poner pocas letras para decir algo cuándo el corazón de uno late pero sostenido en la mano. Y a uno le torea para que año tenga once meses, no más.

Tenía desde ayer dos palomas volando. Dialogaban cielo arriba, arriba de mí, cómo si fueran todas las palomas.
Palomita blanca en la escuela, paloma de la paz, blanca paloma del mago. Corresponsales de las ideas de pulcritud, de semáforo ideológico. ¿Quién se atreve a cambiar el símbolo de una palomita blanca? También pasa por estos días Me acuerdo que se enojaban por eso de los símbolos domesticados, de rondar por las plazas, revoloteando con saltitos llevándose algunas migas, ¿algunas pequeñas ideas de lo que sucedía? ¿Quién iba a entender que es ese especie de arrullo medio de armonía medio monótono querían contarnos algo?

Me parece que una le decía a la otra, sin lamentarse – ¿a dónde vivís? y la otra contestó que en la facultad de derecho. Creo que le faltaba un ojo y también una pata, pero también algo así como que podía vivir a dónde quisiera mientras no rondaran muy cerca los gatos. – Pero está lleno de gatos -le decía una paloma a la otra. – Pero por el suelo, no son tontos, saltan bien, antes de saltar se aseguran. No se puede escapar lejos.
No sé si lo estoy inventando ahora pero tal vez cuándo hablaron de la facultad de derecho, la de los dos ojos dijo que revoloteaba cerca de los chicos y que después volaba a Plaza de Mayo.
Toparse con ideas de palomas por estos días también pasa por ser el mes de marzo. Es en este mes que planeaban qué hacer el 24, tan acostumbradas a estar en Plaza de Mayo.
Mercedes Sáenz

4 comentarios:

Anónimo dijo...

es difícil hacer un comentario con tanta sensibilidad en las pantallas.Por estos días la escritura se vuelve insuficiente y hasta algo fría si se piensa en lo que está evocando.A muchos nos faltó tocar ese dolor para poder comprenderlo,no extrañamos a nadie con el amor de madre,hermano, hijo o simplemente amigo

Sonia Cautiva dijo...

Este texto, donde lñas metáforas bien puestas hace pensar y mucho, es una joyita para guardar en una cajita, si fuera posible de plata.
Esas vivencias de nuestro terrible pasado, en tus letras, sabe a amargo y real a la vez, que nos recuerda, no volver aél.
Graias Merci. Precioso ( como una joyita).

Avesdelcielo dijo...

" Marzo que tira a uno hacia abajo"resume una larga historia que no todos los argentinos la pudieron ver desde el principio. Por eso, Madres, marcan los pasos del coraje. La escena metafórica de las palomas tiene una gran riqueza sígnica que lo hace más claro que cualquier crónica.
¡Bravo, Merci, estoy realmente asombrada y conmovida!
MARITA RAGOZZA

Anónimo dijo...
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