jueves, 24 de abril de 2008

AMANECIERON LUNAS


AMANECIERON LUNAS





Espero los últimos oscuros para verlas aparecer, antes de empezar a escribir.
Vienen por aquí inventando un horizonte por dónde asomar, arriba de los vértices visibles como cualquier pájaro que habita con pocos hombres.
Con saltos pequeños de un árbol a las tejas, al vidrio que ha quedado de perfil, a la silla de hierro algo torcida. Se reparten la luz ya sin fuerza y bailan para mí cómo si nadie más las viera.
Y vuelven a juntarse todos los pedacitos para volverse una sola luna.
Y aprieto los ojos fuerte cómo una única reverencia porque después de eso se va. Y mis pies se van del pasto y se abre la puerta para llevarme a una silla y a la primera taza de café, antes de ponerme a escribir. Después de hacerme feliz y el secreto de invitarme a su próximo eclipse.

Mercedes Sáenz

3 comentarios:

Pedro Pablo Pérez S dijo...

Mercedes, intenté dejarte un comentario, pero algo en el sistema no lo permitió, no obstante, te comento que es hermoso ese texto de oda a la luna, que tantas oraciones recibe en la luz de su silencio.

un abrazo

Anónimo dijo...

cuida la otitis... "o mejor no"...quítate la otitis que sólo el genio de Goya sacó recursos de la sordera. Y los oídos hay que cuidarlos. Ventanas.

Gracias por todo. ¿eres setera?

Avesdelcielo dijo...

Extraordinario, un ritual mágico para el oficio mágico de escribir.
Merci te re-inventas en cada obra.Felicitaciones.
MARITA RAGOZZA