martes, 1 de abril de 2008

EL RESTO DEL OVILLO

EL RESTO DEL OVILLO




Hoy necesita respirar aire afuera, cuánto, cuánto. Caminar hasta dónde pueda.
Mañana es dos de abril. Es la que pusieron.
Mañana se sentará en la silla hamaca del cuarto cómo un antes cualquiera cuándo esperaba haciendo puntos con algún resto del ovillo. Moverá los pies un poco cómo para saber que no se ha detenido el tiempo. No se acuerda la fecha en que se fue, tampoco la que le dijeron que había muerto.
Debajo de la cama hay dos borceguíes atados por los cordones. Asoma inclinada la suela rota y el cuero que parece persistir inmutable. Quedaron de un entrenamiento intenso-había dicho el hijo- antes de embarcarse sin saber destino.
Mañana va a acordarse todavía cuándo le previno del reto posible por habérselos traído a casa.
Mañana se sentará en esa silla, mirará un punto fijo hasta que la luz desdibuje los botines y las lengüetas parezcan parte del piso. Hasta que acabe el día y curve su espalda, suba los pies hasta tocarse el pecho que duele y se abrace a las piernas, probablemente hecha un ovillo.
Mercedes Sáenz

6 comentarios:

cartapacio.liberal dijo...

Donde los muertos...

los que parecen muertos...
los que viven en el cariño de los vivos o de los válidos.
¿Mi vida ahí atado en la silla tiene algún sentido?

Recuerdos de mejores momentos, pero seguridad de los vivos, de los válidos...

es por tí por quien vivo...

no hace falta que te marches si de arriba no te han llamado.

Sabes, el cariño que ahora te damos, cuando erás válida no podíamos, no dejabas que te sirviéramos...

ahora al menos esos pocos años, meses o días, devolvemos amor y nos sabemos pagados.

frid desde su pecera

Y es verdad.

frid dijo...

Pásate por mi "pecera"... he hecho un homenaje a este post y a lo que me inspira. frid

Anónimo dijo...

Contestando a tu comentario: con nuestros relatos damos colores a los hombres grises... y salen humanos. frid

Avesdelcielo dijo...

Madre, hermana, hija . . . Desolación se llaman todas. Los ex-combatientes llaman a nuestra puerta.
MARITA RAGOZZA

Anónimo dijo...

¿Cuánto tiempo se necesita para desenroscar un ovillo? ¿Cuántas lágrimas perdidas para encontrar el resto? ¿Qué se puede tejer con una madeja que sólo tiene el color del dolor inaceptable?
Por más que intentemos no podemos aliviarlas, sólo sentirán que ya la tristeza no les muerde el alma.Desde hace un tiempo se conforma con acariciarles la mirada.Sólo así pueden volver a recorrer fotos, palabras o las lengüetas de los borcegos sin desintegrarse con cada parpadeo. De todos modos,mentirían si se desmadejaran.
Un lindo homenaje, Mer.Simple como ellas, sin quejas ni enojos. resignado. La dire

Sonia Cautiva dijo...

...si es que se vislumbran claramente los botines y los cordones...
...si es que si no hubieras abierto tu blog, no gozaríamos del increíble privilegio de leerte...
...si es que si estuviéramos entre los dioses se diría que ellos alimentan tu letra...
...si es que...
...es que es "de película fellinesca" la visión la figura "enroscada en un ovillo"
Gracias Merci.
Sonia