NO LE DIGAS A ELLA
que en alguna parte
su cuerpo era
aire tibio
una fruta que rodaba
hasta los pies
sin que nadie la buscara
y podía morderse
hasta el carozo
si ella quería no hacerse piedra.
No le digas
que eligió decir palabras
ya no es libre
ya no es aire
ni manzana.
Mercedes Sáenz
8 comentarios:
Tu serás manzana de quien te quiera, aire tibio de quien te bese, brisa del atardecer en tus caricias....un abrazo de azpeitia
Merci:
Manzana fruta prohibida...
A veces pareciera que entrar en tu mundo tan rico, debiera prohibirse ¡es tan rico!
No debiera interferirse ese caudal enorme de tibieza que irradiás porque es intenso, conmovedor y contagioso.
Contagioso, pero imposible de imitar.
Un abrazo
Sonia
Hermoso poema. Un gusto leerte amiga
Mercedes, Mercisa, Merci.
¡Qué placer! ¡Qué emoción! ¡Qué desenvoltura! ¡Qué gracia!.
La gracia que emnaba de tu cuerpo, de tus manos, de tus gestos, ora tímidos, ora pícaros, se traducen en tu libro de cuentos que ya comencé a deglutirlo en el camino de vuelta de la presentación que hiciste de él.
Todo perfecto. Todo redondito.
Impecables El Grande Dalmiro Sáenz, padre de la madre de la criatura y Esteban Peicovich que dio en chiquito, una clase de humor, imprimiéndole el toque para tu lucimiento personal, aunque no lo necesitaras.
¡Mil felicitaciones hermana!
Todo perfecto.
Creo que así lo querías, ¿no?
Pues fue perfecto.
Y todo sumado al afecto no contenido de cada uno de los presentes.
Gracias por vos y gracias por escribir tan pero tan bonito.
Un beso
Sonia
Aprovecho este pequeño espacio amiga, para felicitarte por el éxito que según he leído ha tenido la presentación de tu "Filo de Lata". Un abrazo inmenso para vos Marci de todo corazón.
Elegir palabras es elegir vidrio.Elegir vidrio es exponerse.Elegir exponerse es vulnerabilidad.Elegir vulnerabilidad es no ser piedra.
Besos, Merci.
MARITA RAGOZZA
Dile a ella...
que su cuerpo es pétalo de flor..
Elijo este poema como podría hacerlo con otro texto de tu blog, querida Mercedes, y es para opinar que en todos, independientemente de que, desde luego, unos los prefiera por sobre otros, está afincada esa escritora que es esa persona que es quien firma Mercedes Sáenz.
Rolando Revagliatti
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