miércoles, 3 de septiembre de 2008

SUEÑO


SUEÑO

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Los ruidos de la fábrica murmuraban sílabas de insultos, de repetir y repetir sus maniobras de cansancio.
Llegar colgado de un tren que ya ni lata sin cerrar parecía. Las sardinas viajaban aceitadas en lustrosas sales, cómo piezas de género a un taller. Los hombres lustraban las cosas en el taller.
Apretaba corto el trayecto hasta el trabajo y asfixiaba el no saber después dónde meterse.
Estiró las piernas, cruzó los pies y alargó la visera. Cuando se tapó la cara cerró los ojos.
Posición de sueño pensó y dormir no era fácil. Una sensación de calesita lo conducía a algún lado. Los ojos cerrados cruzaron la noche de su ceguera de no ver la vida y llegó hasta el lago que sí existía, pero no cuándo estaba sentado en esa silla. Ahí frente al agua solía pararse cuando los sueños se enfadaban con ofensa de retraso en un domingo.

La tarde anterior su hijo de catorce le dijo que no podía ayudarlo con la pared del fondo, que para ir al psicólogo debía tomarse la tarde entera.
- Psicólogo ¿de qué? Preguntó Armando que en su tierra era solamente Nando, o el Negro o el que había salido más borracho la última noche. Psicólogo de qué.
- Tengo que revisar el vínculo materno-le había dicho su hijo. Me tomo la tarde entera porque es lejos, habla hasta por las etiquetas de los frascos y todavía después me falta la lavandina de bochos del colegio. Nos dejan tener el pelo de colores y después nos dicen cien veces lo mismo.
Nando abrió los ojos para seguir trabajando y recordó los carros que llegaban cargados de naranjas a su pueblo y se llevaban los canastos trenzados por su gente. Alguna vez dejaban una pelota número cinco si la de trapo había pegado fuerte contra un vidrio abierto de los camiones cocodrilos. Cómo una indulgencia plenaria.
La vida sobre un lago del oeste, cuando el sueño de dormir se iba solo y los párpados abiertos apretaban Buenos Aires. Uno más qué le hace…
Mercedes Sáenz




2 comentarios:

Recomenzar dijo...

Me gustan tus escritos Contanos de vos como empezaste con este blog y porque lo hacés.

Yo empecé de casualidad y bueno me quedé me encanta el periódico y como soy profesora de español allí me siento bien con el arte de las letras.
besos

Anónimo dijo...

¿A dónde iran los sueños que están vivos solamente cuándo se sueñan? Poco son los que se concretan de manera parecida. Bien narrado me parece eso de un sueño casi de por vida, la mezcla de generaciones y los planteos. Siempre rescato tu poesía. Felicitaciones. Elvira